Al narrar las conclusiones de mi actual situación y recordar la historia que me trajo aquí con plena lucidez de cada pasaje en el cual si mal obre o no es solo cuestión de dios juzgar, a esta mujer que se perdió en la pasión de un amor que le llevo a la perdición y a la censura de la sociedad, está de más mencionar que la punta de esta pluma escribe en la sumisión y la tristeza de perder al ser más querido.
Una habitación grande que una vez fue blanca con un gran ventanal de frente a lo que una vez fue un jardín ahora ya con la tierra seca en donde una estuvo lleno de flores de toda procedencia lirios tulipanes rosales un pasto verde frondoso grueso pero no es del jardín de lo que les quiero hablar sino de aquella habitación ahora con la pintura carcomida y las paredes agrietadas los pisos cubiertos con una gruesa capa de polvo recuerdo que antes fueron grandes cuadros con ciáticas y rombos blancos con un toque de rojo vino grandes muebles finos de caoba un pequeña mesa de café con cuatro patas y alrededor de esta tres sillones con tapizado de flores y más halla al fondo de la habitación un piano de cola aun con teclas de marfil no me era posible imaginar que este sería la razón de mi perdición.